Sin supervisión Adulta

Obras fuera de catálogo, fuera de series, fuera de tiempo.

Serie bautizada Sin supresión adulta, porque las hice sin importarme lo que tratan de decirme de como el arte debe ser.
La mayor parte mis cuadros tienen en el reverso de la tela alguna pequeña revolución iconográfica, mostrando no lo que debe ser sino lo que quiere ser el Arte. Esta polaridad supuesta entre lo figurativo y lo abstracto, nunca me convenció. Asimismo la presunción academicista de que uno debe ser y hacer sólo una de las posibilidades (ya superadas) me molestó siempre.
Uno de los mayores problemas cuando uno quiere obtener un papel que diga : "Usted es un pintor certificado" son las consesiones que se debe hacer para que de algún modo cumplir con la expectativa ajena. Por ello hacia de un lado lo que se espera desde la postura del docente de turno, que tiene que decidir si soy o no pintor y por detrás era pintor sin esperar ningún papel firmado.
Pero si podemos inferir que un cuadro es como las personas, también tiene una parte que ocultan, un reverso y ese reverso es tan parte de sí mismos como los listones de madera que lo sostiene. Es lo que está, aunque no se vea, como el alma, el pensamiento o los pulmones.

Ensueño del Huevo frito(2008)
65 x 100cm
Juego libre entre la razón y la pulsión, fui libre un segundo, dentro de un cuarto muy chiquito. La formalidad de la informalidad transformaron está paradoja en esta liberación de las condicionantes de la vida academizada. La libertad dentro de una celda.

Kinestésia
(en el reverso de ensueño del huevo frito)

La anestesia del movimiento. Cómo el placer de dibujar debe ser fundado con algún tipo de comunicación y adscripciones a escuelas estilísticas. Simplemente dibujo porque me gusta y no me importa si es figurativo o no (casi siempre es figurativo, pero es porque fui criado en la figuración de la realidad observable entre Revistas de Historietas y carteles publicitarios de cigarrillos largos suaves).

Retrateando (2009)

Mientras se secan los materiales, de la pintura tradicional, sobre una tela igualmente tradicional, aparece ese deseo incontenible de hacer, pero sin muchas fuentes de inspiración sólo tengo un espejo que me asiste. Dibujo lo que veo, pero como lo veo, sin la mediación de estilos, y sin la utilización de esa sagrada tecnología que hace que vea la realidad como debe verse, es decir, sin esos pequeñitos cristales que transforman ese mundo vibrante y borrado en una imagen nítida.

Autorretratos de los meses de invierno mostrando el mundo visto cuando me saco dos de mis ojos extra o cuando veo más allá de ellos. Quizás las gafas sólo sirvan para adaptarme mejor a la realidad de los demás. O para distinguir las señales de transito.
Dibujando con el Flaco (2008)
(digital)

Muchas veces escuchando la música del Flaco me encuentro dibujando, entre puentes amarillos y bicicletas de cristal, esperando la Aurora mientras el sol no sabe donde vas. Y yo sigo con ganas de ver un tren